Salir a disfrutar de una buena comida debería ser accesible para todos, no un lujo reservado para ocasiones especiales. Al fin y al cabo, compartir una mesa va mucho más allá de alimentarse.

Los juegos de habilidad son mucho más que un simple pasatiempo: desafían tu mente, mejoran tu memoria y te ayudan a desconectar.

Si alguna vez has pensado: "Ojalá la vida tuviera niveles, logros y puntos de experiencia", estás en el lugar adecuado.

¿Quién dijo que jugar es algo de niños? El ser humano nunca debería dejar de jugar. El juego, además de hacernos pasar un buen rato, nos ayuda a mantener la mente activa.

Aprender no debería ser aburrido. Esa idea fue el punto de partida para nosotros cuando empezamos a pensar en cómo hacer que el conocimiento, el ingenio y la diversión pudieran ir de la mano.

Si hay algo que nos encanta, es juntarnos alrededor de una mesa. Da igual si es con la familia los domingos o con los amigos después del trabajo para celebrar cualquier cosa.